domingo, 4 de julio de 2010

Para compartir....

Paulo Freire es uno de los mejores y más destacados pedagogos del siglo XX. Nació en 1921 en Recife, Brasil; fue profesor de escuela, creador de ideas y del llamado "Método Paulo Freire". Esta metodología fue utilizada en Brasil en campañas de alfabetización y le acarreó la persecución ideológica, la prisión después del golpe militar de 1964 y un largo exilio.
Con su revolucionario método introdujo a las analfabetos en la complejidad del conocimiento como primer paso para ensanchar el horizonte del mundo, recuperar la dignidad y construir la esperanza.
Sus obras, publicadas en gran parte por Siglo XXI editores, ofrecen ideas claras y rotundas, sencillas y sugerentes, abiertas a todos los lectores.
Aquí van algunas ideas, de su libro "El grito manso" que quiero compartir con ustedes:

"El proceso educativo es sobre todo ético. Exige de nosotros constantes pruebas de seriedad. Una de las buenas cualidades de un profesor, de una profesora, es darles testimonio a los alumnos de que la ignorancia es el punto de partida de la sabiduría, que equivocarse no es un pecado, sino que forma parte del proceso de conocer y que el error es un momento de la búsqueda del saber."

"Otra convicción que considero fundamental es la que sostiene: es necesario aprender a escuchar. Hay quienes creen que hablando se aprende a hablar, cuando en realidad es escuchando que se aprende a hablar. No puede hablar bien quien no sabe escuchar."

"El profesor atento, el profesor despierto, no aprende solamente en los libros, aprende en la clase, aprende leyendo en las personas como si fueran un texto. Mientras les hablo, yo como docente tengo que desarrollar en mí la capacidad crítica y afectiva de leer en los ojos, en el movimiento del cuerpo, en la inclinación de la cabeza. Debo ser capaz de percibir si hay entre ustedes alguien que no entendió lo que dije, y en ese caso tengo la obligación de repetir el concepto en forma clara para ubicar a la persona en el proceso de mi discurso."

"La complejidad de la práctica educativa es tal que nos plantea la necesidad de considerar todos los elementos que puedan conducir a un buen proceso educativo, nos impone la necesidad de inventar situaciones creadoras de saberes, sin las cuales la práctica educativa auténtica no podría darse. Y digo esto porque las virtudes y las condiciones propicias para la buena práctica educativa no caen hechas del cielo. No hay un dios que envíe virtudes de regalo, no hay una burocracia divina encargada de distribir virtudes. Saberes y virtudes deben ser creados, inventados por nosotros. Nadie nace generoso, crítico, honrado o responsable. Nosotros nacemos con esas posibilidades pero tenemos que crearlas, desarrollarlas y cultivarlas en nuestra práctica cotidiana. Somos lo que estamos siendo. La condición para que yo sea es que esté siendo. Cada uno es un proceso y un proyecto, y no un destino. Es preciso que en mi propia experiencia social, en mi propia práctica, yo descubra los caminos para hacer mejor lo que quiero hacer."

sábado, 3 de julio de 2010

Emisión de un deseo

Siempre tuve una particular preocupación por el tema de la claridad expositiva en las clases. Ya que pienso que la ausencia de la misma puede ser una manera de excluir a los otros de la posibilidad de comprender.
Recuerdo a un autor que trabajamos en otra materia que hablaba de aquellas clases magistrales en la Facultad, donde los alumnos se retiraban pensando:"cuanto sabe el profesor", pero sin llegar a comprender (para sí mismos) el tema trabajado.
Es así que el tema de la claridad expositiva siempre fue el núcleo de mis preocupaciones. Y como lograr una claridad tal, que no se transforme en un reduccionismo simplista que deforme el objeto de conocimiento tratado. Tampoco quiero perder de vista lo que plantea Paulo Freire acerca de un "docente democrático", para quien: "enseñar no es transferir contenidos de su cabeza a la cabeza de los alumnos. Enseñar es posibilitar que los alumnos, al promover su curiosidad y volverla cada vez más crítica, produzcan el conocimiento en colaboración con los profesores. El docente no tiene que dedicarse a transmitir el conocimiento, solo debe proponer al alumno elaborar los medios necesarios para construir su propia comprensión del proceso de conocer y del objeto estudiado".
Así pude pensar, que planificar las clases no es solo pensar como poner a trabajar el contenido , sino también como resolver estas cuestiones que son motivo de reflexión, para que algo de esto aparezca plasmado en la clase y no solo el contenido.
Para alivio e incentivo personal, al finalizar mi segunda clase, cuando pregunté a los alumnos que aspectos consideraban buenos y cuales no de las clases compartidas, incentivándolos a decir, ya que su mirada resultaba para mi fundamental para repensar por donde seguir y que transformar; Una alumna comentó: "me gustaron mucho las actividades que trajiste y fuiste muy clara en las clases". No lo podía creer, que las dos cuestiones que habían sido motivo de mi preocupación y reflexión aparecieran en su boca. Como anteriormente dije ese comentario, fue un alivio y un incentivo. Fue un punto de orientación acerca de por donde seguir. También un deseo: "ojalá uno nunca pierda la capacidad de recepcionar lo bueno y lo malo que refiera el alumno acerca de la propia posición".

viernes, 2 de julio de 2010

La noche previa ...

La noche anterior a mi primer clase no pude dormir. Esa vez, por más que intenté cerrar los ojos una y mil veces no hubo manera. Así que cuando el despertador sonó aquel lunes a las 5:30 hs de la mañana, yo estaba como si recién me hubiera acostado.
Ahora recordándolo vino a mi mente otra situación de mi vida: el día anterior al nacimiento de mi primer hijo, al que tuve por cesárea programada. No pude dormir en toda la noche. Me parecía tan loco saber que al otro día nacía y conocer hasta la hora en que eso sucedería que no pude conciliar el sueño.
Quizás, la noche previa a mi primer clase, ocurrió algo similar, mi inconciente captó que "algo estaba por parir". A la distancia, me doy cuenta que esta vez no se trataba de parir a un niño, sino "a mi misma como docente".