El pueblo boliviano de Llallagua vivía de la mina y la mina se devoraba a sus hijos. Metidos en los socavones, las tripas de las montañas, los mineros perseguían las vetas de estaño y en la cacería perdían en pocos años, los pulmones y la vida.
Yo había pasdo un tiempito ahí y mehabía hecho algunos amigos.
Y había llegado la hora de partir.
Estuvimos toda la noche bebiendo, los mineros y yo, contando tristezas y contando chistes, a cual más malo.
Cuando ya estábamos cerca del amanecer, cuando poco faltaba para que el chillido de la sirena los llamara altrabajo, mis amigos callaron, todos a la vez y alguno preguntó o pidió o mandó:
_ Y ahora hermanito, dinos como es la mar.
Yo me quedé mudo.
Insistían:
Cuéntanos. Cuéntanos como es el mar.
Ninguno de ellos iba a verla nunca, todos iban a morir temprano; Y yo no tenía más remedio que traerles la mar, la mar que estaba lejísimo, y encontrar palabras que fueran capaces de mojarlos.
Eduardo Galeano.
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