miércoles, 30 de junio de 2010

Mi primera planificación de la 904. El desafío de sostener una clase en la Facultad de Psicología, de transmitir algo a los alumnos...
Vino a mi mente Eduardo Galeano, por su lucidez, su particular relación con la palabra, su poética, por "admiración personal".
Pero aquella vez quedó afuera. Todos los recortes lo nominaron como candidato para la eliminación.
En el discurso popular uno suele escuchar la frase de que "otras oportunidades pueden advenir". "Te llegó una Galeano, estás en mi blog". Ahora todos mis compañeros podrán saber de lo que eres capáz.
La elección de este relato corto fue para trabajar la noción de "cambio conceptual" en la materia Psicología Educacional. Relacionado a esta noción conceptual aparece la definición de apropiación.
Creí pertinente este relato ya que narra el encuentro de personas con experiencias de vida muy diferentes (grupo de mineros/Galeano), donde los primeros se dirigen al autor formulando una pregunta, causada por "un querer saber de algo que es más que seguro que nunca podrán ver". Tal condición colocó a Galeano en una posición particular ¿cómo transmitir a otros algo que seguramente nunca van a ver? ¿cómo lograr en esa transmisión que una característica de lo relatado emerja? ¿cómo lograr que en ausencia del mar las palabras los salpiquen?. Ese fue su primer desafío. Ante el mismo a mi me provocaba otra pregunta: ¿qué lo animaría a sostener tamaño desafío? Ensayé una respuesta: "la apropiación en el intercambio", la construcción intersubjetiva que plantea Vigotsky como preliminar a la apropición intrasubjetiva.
Y fue así, como quedaron anudados en la exclusión, "dos desafíos": el de Galeano y el mío.


Mi encuentro con la situación de planificar no fue simple. Caí en la cuenta de todo lo que pensaba que tenía claro y no era así.
La primera planificación fue así una situación de pura tensión. Como definir los objetivos, los propósitos y las actividades. Para quien no proviene del campo docente y no ha ejercitado demasiado el asunto resulta ser una tarea con cierta complejidad. Particularmente lo que me resultó más difícil fue el asunto de definir las actividades de la clase. Ensayaba mentalmente múltiplicidad de ideas que terminaba descartando por no considerar del todo adecuadas o representativas del contenido a trabajar. A veces llegué a pensar "esto no es para mí", cuando no lograba encontrarle la vuelta al asunto planteado. Pero finalmente algo salía. Y eso que salía era un estímulo para continuar.
Me gustó, para compartir, la definición que da Laura Pitluk acerca de la "planificación didáctica". Dice de la misma que es una "herramienta de trabajo", que encuadra las tareas, permite prever y organizar las acciones, anticipa situaciones, implica la toma de decisiones fundamentadas.
"Es un camino tentativo de propuestas a recorrer". De ahí en adelante lo que acontezca en el encuentro con la práctica: los posibles desvíos, atajos, callejones sin salida o con salida. El encuentro con lo imprevisto es "inevitable e incalculable".

martes, 29 de junio de 2010

Sobre mi primer desafío en el arte de narrar- "Eduardo Galeano"

El pueblo boliviano de Llallagua vivía de la mina y la mina se devoraba a sus hijos. Metidos en los socavones, las tripas de las montañas, los mineros perseguían las vetas de estaño y en la cacería perdían en pocos años, los pulmones y la vida.

Yo había pasdo un tiempito ahí y mehabía hecho algunos amigos.

Y había llegado la hora de partir.

Estuvimos toda la noche bebiendo, los mineros y yo, contando tristezas y contando chistes, a cual más malo.

Cuando ya estábamos cerca del amanecer, cuando poco faltaba para que el chillido de la sirena los llamara altrabajo, mis amigos callaron, todos a la vez y alguno preguntó o pidió o mandó:

_ Y ahora hermanito, dinos como es la mar.

Yo me quedé mudo.

Insistían:

Cuéntanos. Cuéntanos como es el mar.

Ninguno de ellos iba a verla nunca, todos iban a morir temprano; Y yo no tenía más remedio que traerles la mar, la mar que estaba lejísimo, y encontrar palabras que fueran capaces de mojarlos.


Eduardo Galeano.